Hace poco leí que España está plagada de publicidad antigua que no arriesga y continúa utilizando el clásico recurso de apelar directamente al producto. Algunos anuncios de productos de limpieza han aumentado la carga narrativa, pero en general suelen encabezar la lista de los mas infravalorados. En esta línea también tenemos los anuncios de supermercados,los de productos de higiene corporal, los de medicamentos y mis favoritos: los de compresas, tampones y demás accesorios para la menstruación.
En general estas marcas no han asumido la gran oportunidad de tener una competencia publicitaria monótona y un campo de posibilidades narrativas que no se han explorado. La gran masa que opina sugiere pistas que desvelan nuevos insight. Nosotras siempre hemos reprochado la falsa insinuación de los anuncios sobre el placer que puede suponer para nosotras tener la regla. No quiero centrarme en este aspecto, pero fuera de que estemos orgullosas de ser mujeres y de lo que conlleva nuestra naturaleza, lo mires como lo mires apelar a la comodidad durante esos días ya no cuela. Desde mi punto de vista el fallo está en intentar destacar aspectos positivos de situaciones no gratas o totalmente banales, como pasear con una compresa puesta poniendo cara de comodidad total, en vez de buscar experiencias positivas reales que implican el uso de estos productos.
El de hoy es un ejemplo antiguo (de hace nueve meses) pero no anticuado (como "el pato Wc limpia tuberías"), buscaba alguna excusa para hablar de un anuncio de "Hello Flo",una marca de tampones que no se calla una. En relación a lo que decía sobre la importancia de cambiar el tipo de argumento en la publicidad de algunos sectores concretos, Hello Flo lanzó el spot "the camp Gyno" con un mensaje que dejaba atrás los típicos argumentos que se utilizan para vender productos de higiene menstrual. En un mismo anuncio corrigen la tendencia de apelar directamente al producto, hablan en términos de madurez: el pudor es sustituido por el orgullo de hacerse mayor; se atreven con el tono directo y humorístico para llamar a las cosas por su nombre, olvidándose de los eufemismos que siempre han rodeado estos temas y a su vez hacen toda una reivindicación de genero: la menstruación ya no es símbolo de vergüenza sino de fuerza femenina y nos lo cuenta una dictadora menstrual de campamento.
En general estas marcas no han asumido la gran oportunidad de tener una competencia publicitaria monótona y un campo de posibilidades narrativas que no se han explorado. La gran masa que opina sugiere pistas que desvelan nuevos insight. Nosotras siempre hemos reprochado la falsa insinuación de los anuncios sobre el placer que puede suponer para nosotras tener la regla. No quiero centrarme en este aspecto, pero fuera de que estemos orgullosas de ser mujeres y de lo que conlleva nuestra naturaleza, lo mires como lo mires apelar a la comodidad durante esos días ya no cuela. Desde mi punto de vista el fallo está en intentar destacar aspectos positivos de situaciones no gratas o totalmente banales, como pasear con una compresa puesta poniendo cara de comodidad total, en vez de buscar experiencias positivas reales que implican el uso de estos productos.
El de hoy es un ejemplo antiguo (de hace nueve meses) pero no anticuado (como "el pato Wc limpia tuberías"), buscaba alguna excusa para hablar de un anuncio de "Hello Flo",una marca de tampones que no se calla una. En relación a lo que decía sobre la importancia de cambiar el tipo de argumento en la publicidad de algunos sectores concretos, Hello Flo lanzó el spot "the camp Gyno" con un mensaje que dejaba atrás los típicos argumentos que se utilizan para vender productos de higiene menstrual. En un mismo anuncio corrigen la tendencia de apelar directamente al producto, hablan en términos de madurez: el pudor es sustituido por el orgullo de hacerse mayor; se atreven con el tono directo y humorístico para llamar a las cosas por su nombre, olvidándose de los eufemismos que siempre han rodeado estos temas y a su vez hacen toda una reivindicación de genero: la menstruación ya no es símbolo de vergüenza sino de fuerza femenina y nos lo cuenta una dictadora menstrual de campamento.
El anuncio se hizo viral y pronto algunas madres aburridas lo criticaron, pero lo cierto es que el anuncio gusta y sino miren a esta adolescente que apenas parpadea mientras lo mira.
Además de contestona la publicidad puede ser contestataria y servir para desmontar imaginarios, deseducar para generar nuevos modelos de pensamiento.
Visto en: Buzzfeed
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